Si tuviera todo el dinero del mundo o si no tuviera ningún tipo de necesidad
tomaría algunas de mis pertenencias, las guardaría en mi mochila y saldría a
viajar por todo el mundo sin ningún rumbo definido. Dejaría que el viento fuera
mi guía y mi espíritu mi compañía. Visitaría hasta el lugar más apartado del
planeta sólo para contemplar toda la belleza del mundo, conocer todos sus
misterios y enamorarme de todos sus entornos.
Me bañaría en sus dulces manantiales, me recostaría bajo la suave brisa de la
noche contemplando las miles de llamas que danzan alrededor de la dama blanca;
jugaría sobre el infinito polvo dorado y reposaría sobre los mantos verdes.
Navegaría por los mares, montaría sobre
un delfín y dormiría sobre el lomo de una ballena. Surcaría los cielos, volaría
al lado del águila, saltaría de cima en cima.
Abrazaría a las estrellas, contemplaría el nacimiento del Sol y la danza de
la Luna, me bañaría de oro y plata. Finalmente dormiría mi sueño infinito sobre
los montes helados para así unirme al universo; después volveria a mi cama para seguir soñando despierta.
Alguien por quien volver a volver...
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Llegó en el momento exacto, de calmar mi rabia y rescatarme, entre tanto
humo,
justo cuando mis pasos ya no me llevaban a ningún lugar… sigo con el mismo...
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